
Uniandes EPISTEME. ISSN 1390-9150/ Vol. 5/ Nro. 3 / julio-septiembre/ Año. 2018/ pp. 295-309
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El costo social del fraude académico puede llegar a ser significativo, si bien es cierto que no
se puede establecer una relación de causalidad entre el fraude académico y prácticas
deshonestas en el ejercicio profesional, algunos estudios han planteado una correlación entre
esas variables (Martínez, Borjas, et al., 2015).
En los últimos años, la universidad ha cambiado su rol histórico de centro de investigación y
cultura, para dar paso a una mentalidad empresarial con énfasis en la masificación, la
productividad y el consumo (Medina Diaz & Verdejo Carrión, 2016). Esto ha provocado que la
deshonestidad académica se extienda en los centros de Educación Superior, coincidiendo su
auge con el aparecimiento de las tecnologías de información y comunicación (Sureda, Comas
et al., 2009), con la masificación de la educación universitaria (Díaz Castellanos, Díaz Ramos
et al., 2015) y con la presión, directa o indirecta, que sienten los estudiantes por obtener
buenos resultados en su vida académica.
En los primeros trabajos sobre deshonestidad académica (McCabe & Trevino, 1993) y
(Lambert, Hogan et al., 2003), citados por (Comas , Sureda et al., 2011) se proponía al plagio
como la forma más habitual de deshonestidad académica. La causa de este comportamiento
fue el acceso a los computadores personales y al internet, que se empezó a masificar en los
años noventa del siglo pasado (Sureda et al., 2009).
Estudios posteriores (Dordoy, 2002) establecen los siguientes motivos por los cuales los
estudiantes realizan plagios:
Para obtener mejores calificaciones.
Escasa disciplina en su vida académica, es decir, no distribuyen adecuadamente el
tiempo disponible para sus actividades académicas.
Facilidad de acceso a la información mediante el internet.
Desconocimiento de las normas de elaboración de trabajos académicos.
Entienden el plagio como una forma de oponerse a la autoridad.
Desmotivación, piensan que su trabajo no es valorado adecuadamente por el profesor.
Tienen el convencimiento de que el plagio no es malo.
Ausencia de mecanismos de disuasión.
Otros estudios, realizados principalmente en países de habla inglesa (Devlin & Gray, 2007),
establecen cinco causas para el plagio académico:
Errónea concepción del trabajo a realizar.
Escazas competencias académicas.
Deficiente proceso de enseñanza – aprendizaje.
Factores personales.
Presiones externas.