ARTÍCULO CIENTÍFICO
CIENCIAS SOCIALES
Diez
años de seguridad disfrazada: Una crisis anunciada
Ten
years of safety disguised: A crisis announced
Piñas Piñas, Luis Fernando I; Castillo Villacrés, Hernán
Patricio II; Zhinin Cobo, Juan
Edmundo III; Romero Pérez, Erica Thalia
IV
I. lpinaslawyer@yahoo.es. Carrera de Derecho, Universidad Regional
Autónoma de los Andes,
extensión Riobamba, Riobamba, Ecuador
II. hcastillo_v@yahoo.es.
Carrera de Derecho, Universidad Regional
Autónoma de los Andes,
extensión Riobamba, Riobamba, Ecuador
III. ur.juanzhinin@uniandes.edu.ec. Carrera de Derecho, Universidad Regional Autónoma de los
Andes, extensión
Riobamba, Riobamba, Ecuador
IV. ericaromeroperez24@gmail.com. Carrera de Derecho, Universidad Regional
Autónoma de los Andes,
extensión Riobamba, Riobamba, Ecuador
Recibido: 31/10/2019
Aprobado: 15/11/2019
Como
citar en normas APA el artículo: Piñas Piñas, L. F., Castillo
Villacrés, H. P., Zhinin Cobo, J. E., y Romero
Pérez, E. T. (2019). Diez años de seguridad disfrazada: Una crisis
anunciada. Uniandes Episteme, 6 (Especial), 913-925.
Una problemática oculta en nuestro país desde hace
muchos años es la vulneración de derechos que deriva de la
inseguridad fronteriza en el Ecuador. Si bien el gobierno
de anterior hizo creer al país que existía un control fronterizo y
más aún una lucha contra el narcotráfico, con el Gobierno
actual estalla una serie de amenazas y atentados fronterizos. Por la
cual surge la siguiente interrogante ¿La situación limítrofe con
Colombia en verdad estaba controlada en el anterior
gobierno, o fue solo una realidad que se mantenía
oculta?, el manejo de dicha crisis se hizo eminentemente político en la
cual existía mucha información y escasa acción por parte
del presente régimen al que le interesaba evidenciar los errores
del sistema anterior sin actuar de la manera correcta, incluso
cuando dicho conflicto fronterizo materializo su amenaza con el secuestro
de tres periodistas del diario el comercio. El estado no cumplió con la
obligación de respetar y hacer respetar el derecho a la seguridad humana de los
ciudadanos ecuatorianos y del cual se derivan derechos de libertad tales
como una vida libre de violencia en el ámbito público y privado que
lamentablemente los territorios colindantes a la frontera no tienen,
tocando así este conflicto armado y de narcotráfico a los ciudadanos entre
ellos personas de grupos de atención prioritaria como mujeres y
niños.
PALABRAS
CLAVE: Seguridad e
inseguridad; control de frontera; narcotráfico; seguridad humana.
A hidden problem in our country for many years, is the violation
of rights that derives from the border insecurity in Ecuador. Although the
previous government made the country believe that there was a border control
and even more a fight against drug trafficking, with the current government a
series of threats and border attacks break out. Whereupon the following
question arises: The bordering situation with Colombia was really controlled in
the previous government, or was it only a reality that was kept hidden ?, the
handling of this crisis became eminently political in which there was a lot of
information and scarce action by the present regime that was interested in
evidencing the errors of the previous system without acting in the correct way,
even when said border conflict materialized its threat with the kidnapping of
three journalists from the newspaper Comercio. The state did not comply with
the obligation to respect and enforce the right to human security of Ecuadorian
citizens and from which freedom rights are derived, such as a life free of
violence in the public and private spheres that unfortunately the territories
adjoining the border does not have, thus touching this armed conflict and drug
trafficking to citizens among them people from priority attention groups such
as women and children.
KEYWORDS: Security
and insecurity; border control; drug trafficking; human security.
El presente
trabajo de Investigación funda un hecho significativo, tomando en
cuenta que se habla de una situación reciente que causo gran alarma
social respecto a la vulneración del derecho a la seguridad humana, si
bien es considerado un derecho bastante complejo de materializar en su
totalidad, el derecho a la seguridad humana sin duda implica políticas y
valores progresistas es decir que la seguridad humana comprende la
preocupación por la integridad física, psíquica y emocional de los seres
humanos, previniendo y evitando las amenazas que surjan sobre las personas
los abusos a los derechos humanos, la pobreza, el hambre, los daños al
medioambiente y la guerra. Sin duda los factores que impulsan la seguridad
humana tienen íntima relación con las amenazas que pueden
suscitar y el compromiso del estado materializado en
políticas públicas, planificación, estrategias para abordar dichos
problemas. (Estévez, 2017, p. 58-59)
El secretario
general, Kofi Annan, decía en el informe, nosotros los pueblos, dirigido a
la cincuenta y cinco sesión de la Asamblea General de la ONU, “La seguridad no
puede ser definida sólo como la ausencia de conflicto armado, sea dentro de un estado
o entre estados Los abusos de derechos humanos, los desplazamientos de la
población civil, el terrorismo internacional, de la pandemia del SIDA, el
tráfico de armas, de drogas y personas, los desastres ambientales, presentan
una amenaza directa a la seguridad humana, forzándonos a adoptar una
estrategia coordinada.” Es significativa la aparición de este concepto en
los planes estratégicos de la UNESCO, organización que dispone de una página
web destinada a este tema hasta el 2007 en los que el objetivo 5 pretende:
Mejorar la seguridad humana mediante una mejor gestión del entorno y el cambio
social. (Figueroa, 2018, p. 38)
El Estado
garantizará la seguridad humana a través de políticas y acciones integradas,
para asegurar la convivencia pacífica de las personas, promover una cultura de
paz y prevenir las formas de violencia y discriminación y la comisión de
infracciones y delitos. La planificación y aplicación de estas políticas se
encargará a órganos especializados en los diferentes niveles de gobierno.
Este concepto más
amplio de seguridad humana debe aprovechar los aportes que brinden los sectores
público y privado, incluidos los organismos gubernamentales y los grupos de la
sociedad civil, e instar a los Estados a garantizar la supervivencia, los
medios de vida y la dignidad de sus ciudadanos. El nuevo paradigma se centra en
la seguridad de las personas y la responsabilidad de los Estados de “proteger
el núcleo vital de todas las vidas humanas, de forma que se promuevan las
libertades y la realización de las personas. (Rodríguez, 2015, p.
87)
El concepto
de seguridad humana requiere ser comprendido en todo lo que abarca, para
que de esta manera se adopten estrategias para proteger a las personas de
amenazas graves y generalizadas y que se les otorgue plena participación y
se sientan protegidos por el Estado. Tal enfoque implica una nueva manera
de pensar acerca de muchas situaciones no solo se trata de evitar en conflicto
armado sino de otras situaciones precarias latentes día tras día tales como
el hambre, la pobreza, la mala salud, las deficiencias en la
educación, los cuales dan paso sin duda a que los conflictos armados se
establezcan en un lugar determinado. Para enfrentar estas situaciones
se requiere colaboración nacional y provincial con la aplicación de
políticas públicas y la intervención de los distintos ministerios a fin de
evolucionar en la materialización de la seguridad humana, ayuda
humanitaria, derechos humanos y desarrollo local. No la seguridad Humana
no solo le compete al ministerio de defensa la seguridad humana es el actuar de
todo un país. (Morales, 2018, p.51)
En el presente
trabajo se realiza es un recorrido bibliográfico del problema planteado,
por lo que se generó una estrategia de recolección de datos en base a una
investigación no experimental.
Análisis bibliográfico.- los
conceptos, información, textos, y teorías relacionadas al trabajo propuesto
ayuda a una aproximación y comprensión del tema, apoyados también
de documentos escritos, fichas bibliográficas y nemotécnicas
que ayudo al desarrollo de la discusión y la obtención de
resultados que evidencia que el problema es evidente y da paso
al debate del conflicto entre la libertad de expresión y el derecho a la información
veraz.
Observación
no participante.- Se observó situaciones ocurridas en el mundo
en el Ecuador de manera particular en las zonas fronterizas, a fin de
relacionarlos con la fundamentación bibliográfica.
La limitación
en la metodología consiste generar estudios que permiten familiarizarse con el
fenómeno desconocido, a fin de obtener la información que posibilite llevar a
cabo una investigación completa y profunda.
Como limitante
también se podría decir que el presente trabajo de investigación se
caracteriza por describir el fenómeno estudiado en su contexto o de manera
integral.
Otra limitante en
la metodología de la presente investigación tiene que ver con la aplicación
bibliográfica como fuente máxima del sustento de resultados.
Es importante que
se comprenda el concepto de seguridad humana, puesto que es necesario para que
este derecho se garantice en el Ecuador, que no solo se centre en la
convivencia pacífica enfocada a un país sin violencia, en este estudio jurídico
es obligatorio analizar más allá y determinar lo que configura una buena
convivencia, puesto esta conlleva la materialización de diferentes derechos y
no se puede excluir derechos fundamentales para un buen vivir.
La Declaración
Universal de los Derechos Humanos fue adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 en París. Desde ese momento, la
humanidad asume dicho documento como fuente de derecho internacional
(consuetudinario). Posteriormente y casi 30 años después será la Carta
Internacional de Derechos Humanos la que obligue a los Estados firmantes a
cumplirlos. De esta condición inicial se desprenden algunos elementos de
interés en el caso de la seguridad ciudadana en las fronteras interestatales.
Partiendo de que una frontera se define por el encuentro-separación de dos
Estados bajo la lógica de la asimetría complementaria, podríamos afirmar que el
tema de derechos humanos debería ser un elemento unificador de las políticas de
seguridad en las regiones transfronterizas. Los dos o más Estados
colindantes deberían asumir los derechos humanos, por ser universales, con lo
cual la frontera tendría un elemento en común de integración, que ayude al
diseño de las políticas de seguridad ciudadana y, por lo tanto, a la reducción
de la violencia. (Ayala, 2017, p. 98)
Hay algo
profundamente atractivo en la idea de que todas las personas, dondequiera que
estén en el mundo, independientemente de su ciudadanía o de su situación,
poseen algunos derechos fundamentales. El concepto de seguridad humana refiere
y describe la implementación de los derechos humanos en situaciones
específicas. Dada la naturaleza de este concepto se pueden incluir como elementos
a proteger un gran número de amenazas a la vida y la dignidad de las personas.
Antes de debatir acerca de cuáles son esos elementos fundamentales,
cabe preguntarse también por cuál debe ser la base epistemológica
para la definición los mismos. Podemos adoptar la vía de fundamentación
mediante un procedimiento de acuerdos y consenso amplio o bien utilizar la vía
de resolver esa tarea especificando cuales son las amenazas más importantes a
la seguridad humana. (Ponce, 2018, p.73)
Según Sabine Alkire, el consenso y el acuerdo entre diversas
instituciones, aunque difícil de articular de manera universal, nos sitúa ante
el debate de los derechos humanos. Y aunque el consenso sea una fundamentación
insuficiente para la seguridad humana, en la práctica ha sido una parte
integral del proceso de construcción de este concepto. (Alkire, 2013, p. 25-26)
Otra manera de
fundamentación cognitiva es la de nombrar y enumerar las amenazas y
los riesgos. De este modo, son amenazas las graves recesiones económicas, las agresiones,
la degradación del planeta, la polución, el terrorismo y otras muchas que
tengan la magnitud suficiente para considerarse una amenaza a la seguridad
humana. Para muchos autores este es el mejor método, pero quedaría algo sin
especificar, las bases en función de lo cual se definen las
amenazas.
Sabine Alkire ha propuesto que lo que debe ser asegurado es
lo que ha denominada “el centro vital”. Los mínimos o las funciones
fundamentales relacionadas con la supervivencia, los medios de vida y la dignidad.
Un conjunto de derechos humanos, de capacidades o de necesidades absolutas.
Los elementos
eventuales de la seguridad humana (o las respuestas a las amenazas a la
seguridad humana) no se forman a partir de los manuales estratégicos o de las
conclusiones de un comité de especialistas, sino más bien de las reflexiones de
la gente, sobre la base de su propia experiencia y conocimiento, o sus valores
y necesidades.
Para Sabine Alkire esta fundamentación epistemológica se podría
llamar razón práctica y puede afirmarse que es también la fundamentación del
desarrollo humano y en algunos casos de los derechos humanos.
El espacio de los
derechos humanos. En términos generales, se puede decir que la seguridad humana
busca en su sentido más amplio, sobre todo como concepto orientador de
políticas públicas, crear las condiciones para que los miembros de una sociedad
perciban que, a partir de condiciones objetivas, viven libres de temores y de
necesidades fundamentales. Se ha afirmado que los derechos humanos condicionan
la seguridad humana. Hay una estrecha correlación entre ambos. Se podría decir
que la seguridad humana condensa los derechos humanos. (Castillo, 2018,
p.128)
Mientras que
algunos investigadores prefieren utilizar un concepto más concreto,
centrado en unas inseguridades y excluyendo otras tal como lo hace el
gobierno ecuatoriano, personalmente creo que la seguridad
humana, posee en su esencia un carácter humano
céntrico, que la hace permanecer necesariamente como un concepto
comprehensivo e integral. Dada la naturaleza de las nuevas inseguridades que
afectan a las personas es muy difícil, sino imposible, imponer un marco
estrecho porque resultaría artificial. Al estar centrada en la gente y en sus
capacidades básicas, las amenazas a estos valores de base, nos hace comprender
que hay que adoptar otras estrategias y movilizar la energía de la comunidad y
las instituciones, de otra manera.
Un nuevo concepto
de seguridad en los términos siguientes: Seguridad de la gente no solo de los
territorios, Seguridad de las personas no solo de las naciones, Seguridad
mediante el desarrollo y no mediante las armas -Seguridad de la gente en
todos los lugares en sus casas, trabajos, calles, comunidades y en su
medioambiente.
La seguridad humana
está centrada en el ser humano. Toma a los individuos y sus comunidades como su
principal punto de referencia. Para promover la seguridad humana es
indispensable establecer una cultura política mundial basada en los derechos
humanos para todos. Ahora bien, la seguridad humana requiere una comprensión
real de los derechos humanos. (Calderón, 2017, p. 65)
El artículo 3 de la
declaración universal de derechos humanos comprende tres diferentes derechos
interrelacionados: derecho a la vida, derecho a la libertad personal
(movimiento) y derecho a la seguridad personal. El artículo 3 es a menudo leído
en conexión con el artículo 5(prevención de tortura) y del artículo 9 (libertad
de arresto arbitrario o detención). Esto responde a una tradición que nace con
las primeras declaraciones de derechos humanos, que destacaron como uno de los
fundamentales el derecho a la seguridad. Así la Declaración de Derechos del
Hombre y el Ciudadano, adoptada por Francia en 1789, declaró en su artículo 2
que los derechos naturales e imprescriptibles del hombre son la libertad, la
propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. Y antes que ella la
Declaración de Derechos de Virginia, de 1776, afirmaba en su artículo 1, que
todos los hombres tienen por naturaleza derecho a gozar de la vida y de la
libertad, a través de la adquisición y el ejercicio de la propiedad, y a la
búsqueda y la obtención de la felicidad y de la seguridad. (Avilés, 2018,
p.27)
En este punto, debe
concluirse que no es la seguridad humana no solo refiere a
conflictos fronterizos, sino que la misma engloba derechos
fundamentales. La situación fronteriza no puede seguir siendo vista como todos
estos años, por los cuales se llegó a entender que la seguridad humana es la
disposición de operativos y control militar en la misma o una persecución al
narcotráfico, Abordar la seguridad humana es un tema íntimamente jurídico el
cual determine las causas para que dichos conflictos tomen fuerzas en ciertas
zonas, no basta con seguridad militar es necesario políticas públicas que
garanticen derechos que protejan a las personas que viven en dichas
zonas.(Ruiz, 2018, p. 38)
Acaso el Ecuador
únicamente está preparado únicamente para garantizar seguridad humana en
ejecución de defensa en conflictos armados que dejen huellas irreparables,
o tal vez ni para eso si bien la falta de coordinación con Colombia respecto al
manejo de información fue una de las fallas garrafales del presente gobierno,
que llevo a que sin duda el ecuatoriano se sienta desprotegido.
Por tanto, el siguiente análisis:
Art. 18.- Todas las personas, en forma individual o colectiva, tienen
derecho a:
1. Buscar, recibir, intercambiar, producir y difundir información veraz,
verificada, oportuna, contextualizada, plural, sin censura previa acerca de los
hechos, acontecimientos y procesos de interés general, y con responsabilidad
ulterior.
2. Acceder libremente a la información generada en entidades públicas, o
en las privadas que manejen fondos del Estado o realicen funciones públicas. No
existirá reserva de información excepto en los casos expresamente establecidos
en la ley. En caso de violación a los derechos humanos, ninguna entidad pública
negará la información. (Constitución de la Republica del Ecuador,
2008)
El martes 3 de
abril, cuando la cadena colombiana RCN difundió un video donde aparecen los
tres periodistas ecuatorianos que llevan diez días secuestrados en algún punto
de la selva en la frontera entre Ecuador y Colombia, el gobierno de Lenin
Moreno no demoró en expresar su malestar: “Rechazamos enérgicamente la
mediatización del video”. El ministro del Interior ecuatoriano, César Navas,
lamentó la publicación y explicó que las autoridades del país conocían el video
desde las primeras horas del secuestro, pero que formaba parte del “proceso
técnico” que estaban llevando a cabo sus equipos policiales. Y agradeció a
periodistas y familiares su discreción y su reserva en el manejo de la información.
(Guevara, 2015, p.69)
Dos días después,
el 28 de marzo, cuando los periodistas llevaban cerca de 55 horas retenidos, el
diario El Tiempo de Bogotá publicó la primicia de que los tres hombres habían
sido liberados. El medio citaba “altas fuentes militares” y decía que los
rehenes estaban en poder del Ejército ecuatoriano y en buen estado. El medio
compartió la noticia en su cuenta de Twitter y fue retuiteada cientos
de veces, aunque los Ministros de Defensa e Interior de Ecuador dijeron que no
tenían información sobre ninguna liberación. El paso de las horas dejó claro
que la noticia era falsa.
La información que
existía sobre el caso era escasa y, en muchos momentos, contradictoria. Incluso
las autoridades de ambos países se contradijeron desde el comienzo. El día en
que el gobierno del Ecuador confirmó la noticia del secuestro, señaló que los
rehenes estaban posiblemente en Colombia. Dos días después, el ministro
de defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, dijo que “no podía confirmar”
que los periodistas ecuatorianos estuviesen en Colombia.
El jueves 12
circularon por redes sociales fotos que, supuestamente, evidenciaban la
ejecución de los ecuatorianos.
Acaso no era
información reservada, no era obligación del Gobierno ecuatoriano
precautelar que no se publique cierta información en un medio de comunicación
de Colombia, causando alarma social o revictimización. El
ministro César Navas, en la rueda de prensa no supo trasmitir de manera
correcta la información, manifestando que el Estado Ecuatoriano estaba haciendo
todo lo posible, mostrando claramente que la situación se les había salido de
las manos y que ellos conjuntamente se estaban enterando de lo que
supuestamente había sucedido con dicha publicación, por tanto uno se pregunta
qué acciones se estaban tomando respecto a los hechos en verdad existió una
investigación exhaustiva o al menos una comunicación correcta con Colombia para
que la información no se trasmita todavía sin antes ser verificada y
trasmitida por la autoridad competente.
La seguridad
fronteriza fue el menor de los problemas del Ecuador, desde el momento en que
permitió que se evidenciará a los ecuatorianos lo que había sucedido, causando
alarma social, y demostrando así a los disidentes de las FARC que su
investigación aún no había establecido nada, ese factor puso a favor de las
FARC todo, en razón de que a partir del secuestro de los periodistas, procedió
aprovechar la sobresalto de la ciudadanía que esto había creado para amedrentar
a todo un país con amenazas de atentados, El Ecuador ya no podía estar
pendiente de la información ni mucho menos de la investigación se dedicó a
cubrir y a proteger de dichos atentados a los ciudadanos fue ahí cuando los
secuestradores sabían que estaban muy lejos de ser descubiertos, razón por la
cual el tiempo que el Presidente Lenin Moreno estableció para dar pruebas de
vida de los periodistas, no fue mayor dificultad para ellos puesto que sabían
que el Ecuador no tenía idea de cómo rescatar a los periodistas.(Rodríguez,
2015, p. 58)
Lo dispone el
articulo 26.- La educación es un derecho de las personas a lo largo de su
vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado. Constituye un área prioritaria
de la política pública y de la inversión estatal, garantía de la igualdad e
inclusión social y condición indispensable para el buen vivir. Las personas,
las familias y la sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de participar
en el proceso educativo.
La educación ha
sido y sigue siendo una herramienta para el control y también para el progreso,
para la dominación y para la libertad, para estancarse o avanzar. Depende del
uso que se haga de ella, la educación es un pilar esencial para el desarrollo
en esta nueva Era.
Pese a que la
educación sea un deber ineludible e inexcusable del Estado y un área
prioritaria de la política pública, el olvido y la marginación, en todo
sentido, siguen vigentes. Hoy, esos kilómetros lineales de frontera no tienen
presencia sino en los mapas que elaboramos de nuestro país, pero no en la
conciencia ni en las decisiones que la clase política, pese a las
recomendaciones de los investigadores, pues hasta hoy carecemos de una política
integral de desarrollo de dichas áreas, a pesar de las evidencias de que los
países vecinos tienen eficaces políticas de atención a sus respectivas
fronteras con nuestro país. Y, por cierto, que, en el campo de la
educación, no ha recibido sino declaraciones altisonantes y oportunistas, que
nunca se han traducido en decisiones políticas y acciones programáticas, para
abordar integralmente sus problemas. A ello debemos agregar la existencia de
diversos factores que generan fenómenos sociales y políticos muy propios y sui
géneris en algunos de esos sectores, tales como el narcotráfico, la violencia
social, contrabando, desplazamientos forzados por dicha violencia
político-social, etc. (Guerra, 2017, p. 32-33)
Por su parte, los
gobiernos regionales hasta hoy elegidos tampoco han superado la miopía y la
actitud de indiferencia respecto a una zona para la que deberíamos tomar
decisiones diferenciales tales como la de elaborar currículos diversificados y
los respectivos materiales didácticos, diseñar servicios educacionales
específicos teniendo en cuenta la política del país vecino y cuanta decisión
apropiada se deba tomar para atender una zona de nuestra región con
características y urgencias propias.
Es evidente que la
seguridad humana no se garantiza, puesto que no se dota a los ciudadanos de la
frontera oportunidades de desarrollo para poder salir adelante. El problema de
la frontera colombo ecuatoriana sin duda radica en que son zonas
descuidadas y vulnerables por esa misma razón la ausencia de dinero, trabajo,
educación muchas veces conlleva a que los ciudadanos entren a formar parte de
los grupos de narcotráfico, guerrilleros, sicarios entre otros. El estado ha
descuidado un grupo de atención prioritaria al no tener una seguridad que en
verdad garantice que los niños crezcan en un ambiente sano y sin violencia,
esto es tan grave que los niños desde su corta edad no ven a la educación como
una opción de desarrollo, la cruel realidad es que cuando sean grandes quieren
ser como Huacho así lo menciona el artículo de entrevista
realizado por el periodista colombiano Herbin Hoyos, que junto a la
española Salud Hernández, encabezaron esta misión (MPIH) que se trasladó a la
zona conflictiva, en la frontera con Colombia. El martes 24 de abril, dieron a
conocer que en esa población la casa de la madre de ‘Guacho’ es un símbolo
de opulencia, razón por la que los menores sueñan en ser como él. (Dávila,
2015, p.28)
La casa de la mamá
sobresale en una construcción de estructura que va de una calle a la otra y se
ha vuelto en un símbolo y por eso los niños cuando les pregunta qué quieren ser
cuando sean grandes responden que quieren ser como ‘Guacho’”, aseveró Hoyos al
describir la situación de esa parroquia.
Ubicada en San
Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas, ha sido el blanco, durante los últimos meses,
de atentados con explosivos, que dejaron cuatro militares ecuatorianos
muertos y una treintena de heridos; además de los recientes secuestros de
un equipo periodístico luego asesinados él y
el más reciente de una pareja de civiles.
Hoyos aseguró que Walter
Patricio Arizala nombre del disidente de las
FARC, al que se acusa del deterioro de la seguridad en la zona
fronteriza se ha movido a su libre albedrío durante mucho tiempo por la
zona, y explicó que en momentos de tranquilidad llegaba con mercados, con
dinero, con la gente que lo acompaña y era donde el pueblo vivía la francachela
y la comilona.
Sin duda el factor
de la pobreza, el carente sistema educativo y las desprovistas oportunidades de
desarrollo han influido para que algunas personas de la zona fronteriza lo vean
normal o más aun lo admiren porque, aunque sea algo malo si les puede
proporcionar, lo que el Estado no, oportunidades de desarrollo. Una vez más se
comprueba que la seguridad humana va más allá de una concepción de seguridad fronteriza
o una vida sin violencia, refiriendo a todos los factos que equiparen a una
persona para en un futuro no ser susceptible de vulneración de derechos. (Arizala, 2016, p. 89-90)
El Ecuador no
ha tenido una política criminal evidente, presentada en
un Plan Nacional reconocido socialmente y legitimado políticamente. Sin
embargo, en estos últimos años han existido tentativas por
diseñarlo, estableciendo tres perspectivas relevantes: primero,
que se lo imagine más allá del binomio delito-pena; segundo, que en
su diseño y práctica deben participar un conjunto de instituciones; y tercero,
que su estrategia pueda ser mantenida como política de Estado.
Un Plan Nacional
debe, conjuntamente, tener políticas manifiestas para cada una
de las violencias. Si reflexionamos que la violencia es histórica,
relacional y múltiple, será posible instituir un tipo de
violencia particular que se desarrolla en la frontera y que es la
violencia de la frontera; o, violencia fronteriza. Esta violencia
es diferente a las violencias.
Su particularidad esencial viene de las
asimetrías incrementadas que se establecen en espacios donde se
encuentran separados o excluidos del Estado.
También se
debe concientizar que todas violencias son cambiantes en el tiempo;
porque la que tenemos hoy en día, donde el narcotráfico y la guerrilla
tienen un peso significativo, es muy diferente a los factores que
suceden día tras día en las zonas fronterizas. Más aún cuando la lógica de la
frontera ha cambiado notablemente, de ser espacio de encuentro separación
a convertirse en plataforma de las conexiones internacionales de
comercialización de drogas, armas etc. que se ofertan y demandan en
lugares distantes, alternos y desiguales a los límites
tradicionales entre Estados.
Además, es
imprescindible tener en cuenta
que coexisten incompatibilidades en cada ámbito de la frontera.
Por ejemplo, la violencia que existe en el lado ecuatoriano de la frontera es
distinta –cuantitativa y cualitativamente– a la presente en el lado colombiano;
como también lo es en cada una de las tres provincias fronterizas. Estas
diferencias tienen que ver con las condiciones geográficas (costa,
sierra, Amazonía), demográficas (étnicas, colonización, refugio),
institucionales (densidad, eficiencia, legitimidad); con las necesidades
básicas insatisfechas (servicios, equipamiento, empleo); con la estructura
productiva (plantación, hacienda, industria); con los sistemas delictivos
(sicariato, extorsión, secuestro) y con los heterogéneos vínculos con el lado
colombiano.
La
perspectiva de política pública frente al tema de la violencia fronteriza
no puede ser asumido exclusivamente como de seguridad nacional, sino como de
seguridad ciudadana. Hay que descentralizar las políticas para que se ajusten a
las dinámicas locales de la violencia y hay que prevalecer las
condiciones de vida de la población residente en la región. Para esto, se debe
desarrollar, fortalecer y formatear las instituciones públicas locales, para
que sean inmunes ante el crimen y eficientes en sus acciones. Se debe
equilibrar las desigualdades socioeconómicas y legales entre los países, así
como conectar los territorios transfronterizos mediante acuerdos locales. Para
que ello ocurra, se requieren políticas transfronterizas de seguridad
ciudadana, así como políticas económicas, culturales sociales y
educativas.
A pesar de que en el Ecuador es estimable el
vínculo entre la seguridad del Estado y la seguridad humana. En otros no.
La idea de la seguridad humana se concentra en los seres humanos como
unidad básica de estudio. Bajo esta idea el origen de
la inseguridad para la mayoría de las personas no son las
amenazas tradicionales a la seguridad de los Estados, sino más bien el
desempleo, la pobreza, la carencia de educación, la violencia en las calles y
en sus casas, la violencia política, discriminación y drogas.
La figura de la seguridad humana reta a los roles asumidos durante mucho tiempo de los trabajos sobre seguridad especialmente la seguridad del Estado. Las amenazas a la seguridad de los ciudadanos muchas veces proceden del propio Estado. Pero el argumento es que tanto los intereses de los estados como los intereses de los ciudadanos van más allá de fronteras nacionales.
La seguridad humana en su acepción más amplia representaría mucho más que la mera ausencia de conflictos violentos. Abarca derechos humanos, buena gestión pública, acceso a la educación y a la atención médica, y vela por que cada ser humano tenga oportunidades que aprovechar y elecciones que efectuar para realizar su propio potencial.
Si bien no quiere decir que la educación pública puede eliminar el terrorismo, pero podría reducir el número de seguidores y simpatizantes, por lo que el incremento de nuestra seguridad depende del avance de la justicia económica y social.
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