precoz y en otros casos, la persistencia de molestias dolorosas ha requerido del cuidado médico
(García-Salirrosas et al., 2020).
Autores como Gimeno (2021), Rodríguez y Fernández (2022) señalan el intercambio de
información entre directivos-profesorado-alumnado ha sido dinamizado con el uso de las
herramientas de tecnología de la información y comunicación. Estas han demostrado ser eficientes
en la captación y mantenimiento prolongado de la atención del alumnado y permiten la
implementación de innovaciones educativas, la educación a distancia e hibrida y la atención
eficiente ante la diversidad del alumnado (Alqarni, 2021; Marín, 2022).
Así, la realidad aumentada puede ser utilizada para mejorar el aprendizaje significativo y lograr
mayor retención de los contenidos y de procedimientos complejos (Köse & Güner-Yildiz, 2021),
la inteligencia artificial aporta al manejo de gran cantidad de información y potencia la
accesibilidad del alumnado en condiciones de discapacidad sensorial, motora o intelectual
(Alqarni, 2021; Garg y Sharma, 2020) y los videojuegos como práctica que fija los conceptos y
afianza la toma de decisiones (López et al., 2022). Consecuentemente, competencias digitales
guardan relación directa con la comunicación entre los miembros de las comunidades educativas
(Pin et al., 2023).
El asertividad según Quiñonez et al. (2019) es un estilo de comunicación claro que permite a
estudiantes y docentes manifestar sus pensamientos manifestando la defensa de sus derechos sin
perjudicar a otros individuos, mientras que para Castro y Calzadilla (2021) el desarrollo de
competencias para la comunicación se determina en base a la experiencia social, las necesidades y
las motivaciones, y por la acción que los profesores ejecutan. El acto comunicativo incluye una
postura corporal abierta, el control de los gestos, tono de voz, demostraciones de receptividad e
impacto, y lograr la identificación del cuánto, cómo, cuándo, y donde surgen los diálogos (Bernal,
2022).
Las tutorías personalizadas son espacios en los que se potencia el dialogo que permiten la
construcción de una confianza y colaboración en el dueto alumno-profesor. En ellas se superan
dudas y se orienta académicamente al alumnado llegando a mejorar sus niveles de rendimiento
(Guerra et al., 2016) por lo tanto, ellas deben ser consideradas como una estrategia de mejora dentro
del proceso de innovación en las instituciones de educación superior ya que logran estimular el
aprendizaje del alumno alejándose de la expectativa de una calificación preferente (Gargallo et al.,