Manuel Ricardo Velázquez, Marco Rodrigo Mena Peralta 30 Revista Mikarimin. Publicación cuatrimestral. Vol. VI, Año 2020, No. 1 (Enero-Abril) ABSTRACT The professional competences development in the Uniandes Law career, has had a critical look at the present, where the eagerness to improve the academic offer, has led to rethinking the curriculum and graduation profiles. Deepening the research carried out by the author on formative research, it has been possible to identify difficulties in interpreting and applying the necessary training in investigative competences, from the curriculum itself, in the law professional. There is a broad approach in science on general professional and investigative competences; nevertheless, it is necessary to identify those investigative competences that must be promoted from the curriculum of the law degree in Uniandes, with the aim that these favor the development of certain professional competences. For the present investigation, the author applied methods of the theoretical and empirical levels, which have their antecedents in the research, in such a way that an extensive bibliographical documentary study was carried out, making a historical trend assessment of the professional and investigative competences, and its imbrication in the same teaching-educational process. In addition, it was possible to exchange, through participant observation and interviews with teachers of the career, about knowledge, application and results of the consistent application of professional and investigative skills. The main results presented are in the classification of an important group of investigative competences that must be trained in the law career in Uniandes, based on their curricular interaction. KEYWORDS: Competences; professional competences; investigative competences; formative research; training of investigative competences. INTRODUCCIÓN En el desarrollo curricular de las carreras universitarias, es cada vez más común la conformación de este currículo a partir del desarrollo de competencias profesionales, que responden a un modelo educativo complejo. El desarrollo de las competencias profesionales, respondiendo a este modelo, enfrenta barreras que van desde la propia concepción curricular, la conformación de las disciplinas y asignaturas, así como la interpretación que tiene la comunidad académica del concepto competencias y la asociación de las acciones de la Educación Superior para transformarlas en competencias profesionales. En las mallas curriculares de la carrera Derecho de Uniandes3, con la complejidad de coexistir dos de ellas, por el necesario proceso de mejora de la calidad de la carrera, y por lo ingente de implementar la última, se han encontrado las barreras que anteriormente se enunciaron, además de significar la necesidad de preparación de los docentes para la interpretación del contenido de las competencias profesionales y el cómo estas son potenciadas desde la investigación formativa. De lo anterior, en el presente trabajo, se maneja el argumento de que, si se tienen en cuenta las potencialidades de la investigación formativa, como coadyuvante del currículo, esta puede potenciar significativamente el desarrollo de las competencias profesionales. Para dar seguimiento a esta idea principal de la presente revisión, se hace un estudio bibliográfico documental amplio sobre las principales categorías que están interrelacionadas con el fin que se pretende argumentar. De ello, se valoran las posiciones teóricas e históricas-tendenciales, sobre la 3 Universidad Regional Autónoma de los Andes, Ecuador.
Mikarimin. Revista Científica Multidisciplinaria ISSN 2528-7842 COMPETENCIAS INVESTIGATIVAS FORMATIVAS DESDE LA CARRERA DE DERECHO EN UNIANDES © Centro de Investigación y Desarrollo. Universidad Regional Autónoma de Los Andes - Extensión Santo Domingo. Ecuador. 31 investigación formativa, como sustento curricular de las competencias profesionales de la carrera de Derecho en la extensión Puyo de la Uniandes. También, y como fundamento para justificar la idea presentada anteriormente, se hace un recorrido de los abordajes, que desde la teoría se tiene, sobre las competencias investigativas de manera general, y de la responsabilidad que tiene la universidad en formarlas, para potenciar el desarrollo de las competencias profesionales. Para la revisión del estado de la teoría en cuanto a investigación formativa, competencias profesionales y competencias investigativas, se ha accedido a las aportaciones de varios autores en las diferentes ramas, de las cuales aquí se enuncian las fundamentales. En el caso de la investigación formativa, las principales aportaciones que se discuten son de Grupo de Pedagogía y Psicología (CEPES) (1995); Fuentes, Cruz, & Álvarez (1998); Ginoris Quesada (2001); Restrepo Gómez (2003); Osorio Álvares (2008); Miyahira Arakaki (2009); García A. F. (2009); Vicerrectoría Académica UCA (2010); De la Ossa, Pérez C., Patiño, & Montes (2012); Montoya & Peláez (2013); Bobadilla (2013); Universidad Técnica de Machala (2013); Vilá Baños, Rubio Hurtado, & Berlanga Silvente (2014); Institución Universitaria Antonio José Camacho (2016); Universidad del Norte Colombia (2016); Gómez A., y otros (2017); Ramos S. & López F. (2017); y Ricardo Velázquez (2017); entre otros. En cuanto a las competencias profesionales, se abordan los criterios de Lévy-Leboyer (2000); Tobón (2004) y (2006); Tejada Fernández & Navío Gámez (2005); Díaz Barriga (2005); García Galindo, Zapata Guerrero, Hernández Iglesias, Atehortúa Granados, & Sierra Villamil (2007); Sacristán (2008); Arriola Miranda, y otros (2009); Tacca Huamán (2011); Pavié Nova (2012); Campos Herrera (2013); Franco Cedeño & Ullón Pérez (2014); Mochón Morcillo, Mochón, & Sáez Mochón (2014); Gómez Rojas (2015); Navarro Soria, González Gómez, López Monsalve, & Botella Pérez (2015); Tejada Fernández & Ruíz Bueno (2016); Abad Rojas (2016); UNIANDES (2017); Ricardo Velázquez (2017); junto a otros autores. En la revisión realizada, sobre las competencias investigativas, entre otros, se consultaron a Muñoz Giraldo, Quintero Corzo, & Munévar Molina (2005); Maldonado, y otros (2007); Balbo (2008); Álvares Villar, Orozco Hechavarría, & Gutiérrez Sánchez (2011); Pérez Rocha (2012); Jaik Dipp (2013) y Ricardo Velázquez (2017). A partir de todo el trabajo de revisión y consulta bibliográfica y documental, se realiza un abordaje propio del autor, con propuestas concretas de las competencias investigativas que se deben tener presente desde la formación de los profesionales, organizadas por dimensiones de interacción en tal proceso. DESARROLLO Para la presentación de los resultados de la revisión como proceso de interacción con la ciencia y sus aportaciones, a partir de lo que plantean los diferentes autores consultados, en cuanto a la temática general del desarrollo de las competencias investigativas formativas, a continuación se organiza partiendo de indicar la metodología aplicada, con los indicadores de indagación bibliográfica y documental, y seguidamente la presentación de los resultados por cada uno de los contenidos explicitados anteriormente. Para el desarrollo de la investigación bibliográfica documental realizada, se hizo una búsqueda ordenada, cronológica de las principales aportaciones de los principales autores consultados, de
Manuel Ricardo Velázquez, Marco Rodrigo Mena Peralta 32 Revista Mikarimin. Publicación cuatrimestral. Vol. VI, Año 2020, No. 1 (Enero-Abril) manera que la presentación de los resultados pueda verificar la evolución que han tenido las principales concepciones de la ciencia en cuanto a la investigación formativa, las competencias, las competencias profesionales, las competencias investigativas y la formación de estas en el profesional. Se valoraron, para lo anterior, cinco indicadores que guiaron la búsqueda y revisión de las principales aportaciones de los investigadores en las temáticas referidas, estos fueron: Cantidad de obras y autores consultados, de manera general y por contenidos: con el objetivo de identificar la influencia de la búsqueda bibliográfica en cuanto a cantidades de manera general y por contenidos específicos. Nivel de incidencias bibliográficas en el tiempo: para obtener una información de la periodicidad y profundidad con que se ha trabajado en el tiempo. Nivel de incidencia de las aportaciones al desarrollo de la concepción teórica del contenido tratado: con el objetivo de deducir, cómo a partir de las aportaciones de los autores, estas fueron conformando la concepción actual del contenido a que se refiere. Interrelación declarada de los contenidos acorde a las aportaciones de los autores: para identificar las posibles interacciones entre los contenidos tratados que puedan dar una referencia de integralidad en el tema que se investiga. Tendencias históricas en el desarrollo de los contenidos: para develar el comportamiento tendencial que han tenido los contenidos y su desarrollo en el tiempo de investigación. Estos indicadores son desarrollados en la particularidad de cada uno de los contenidos tratados a continuación, y que permiten llegar a valoraciones cualitativas de cada uno de estos últimos. De manera general, la tabla 1, muestra un resumen de la cantidad de autores, bibliografías y contenidos con los cuales se interactuó en todo el proceso investigativo. La figura 1 hace una representación de las publicaciones de las obras revisadas por años, lo cual informa sobre la actualidad y pertinencia del tema tratado con sus contenidos fundamentales, siendo enfáticos en el crecimiento de las publicaciones sobre cada uno de los temas, especialmente en la investigación formativa y el desarrollo de competencias profesionales, siendo más relevantes las consultas desde la última década. Tabla 1. Resumen de la interacción bibliográfica documental por contenidos y general. No Contenido Cantidad de consultas incidentes Cantidad de autores Cantidad de bibliografías Porcentaje de consultas incidentes Porcentaje de autores del total Porcentaje de obras del total 1 Investigación formativa 33 19 14 44% 33% 42% 2 Competencias profesionales 23 21 12 31% 37% 36% 3 Competencias investigativas 19 17 7 25% 30% 22% Total 75 57 33 100% 100% 100%
Mikarimin. Revista Científica Multidisciplinaria ISSN 2528-7842 COMPETENCIAS INVESTIGATIVAS FORMATIVAS DESDE LA CARRERA DE DERECHO EN UNIANDES © Centro de Investigación y Desarrollo. Universidad Regional Autónoma de Los Andes - Extensión Santo Domingo. Ecuador. 33 Figura 1. Nivel de incidencia de las obras consultadas por años de publicación. Por su parte las figuras 2a), 2b) y 2c) informan sobre la tendencia de las obras consultadas por años de publicación. Figuras 2 (a, b, c). Comportamiento de la incidencia de las consultas por contenidos. Resultados de la revisión bibliográfica documental Atendiendo a las publicaciones de las obras consultadas, a continuación, se hace un compendio de las principales aportaciones de estas, con el criterio de los autores. La investigación formativa es una categoría que se ha propulsado desde hace una veintena de años y ha logrado establecer determinada distancia con la investigación en sentido estricto o investigación generativa, aun cuando no se puede independizar de la misma, toda vez que la primera depende de los resultados obtenidos en la segunda; y a su vez, también potencia el desarrollo de la investigación generativa del nuevo conocimiento, a partir del desarrollo que alcancen los estudiantes en el período de formación preprofesional, con ayuda del currículo. De lo anterior Restrepo Gómez (2003) plantea que la investigación formativa es aquella que se desarrolla por los estudiantes y docentes a partir de los contenidos del currículo, y que su importancia tiene una doble interpretación; la primera referida al acceso que tienen los estudiantes al conocimiento, y la segunda, la renovación en la interacción pedagógica del docente, que se actualiza constantemente. Insiste este autor, lo cual se comparte, en que no hay un compromiso estricto con la generación de un nuevo conocimiento para la ciencia en particular, sino la búsqueda del conocimiento que existe en la ciencia, pero que el estudiante aun no lo tiene asimilado. Esto también es sustentado por Montoya & Peláez (2013), cuando insiste en la interacción, tanto de docentes como de estudiantes, con los métodos de investigación, como estrategias del proceso de enseñanza-aprendizaje, que promueva el desarrollo de competencias profesionales desde la investigación.
Manuel Ricardo Velázquez, Marco Rodrigo Mena Peralta 34 Revista Mikarimin. Publicación cuatrimestral. Vol. VI, Año 2020, No. 1 (Enero-Abril) Por su parte, García A. F. (2009), entiende a la investigación formativa en aquellos espacios para la formación investigativa y la potenciación del talento que tienen los estudiantes, a través de espacios participativos motivacionales, donde la interacción profesor-alumno es significativa, para la adquisición de los nuevos conocimientos. Esta investigación se refiere a una herramienta del proceso de enseñanza-aprendizaje, difundiendo la información que existe, para que el estudiante aprenda, y se asuma como aquella enseñanza que se realiza a través de la investigación (Miyahira Arakaki, 2009), también coincidentes con De la Ossa, Pérez C., Patiño, & Montes (2012) y Vilá Baños, Rubio Hurtado, & Berlanga Silvente (2014), aun cuando estos últimos autores no asumen a la investigación formativa como formación en investigación desde el currículo. También, según Ricardo Velázquez (2017): …sería posible que agentes externos a la relación docente-estudiante, pueda incentivar la búsqueda, ya que [es] prudente recordar que el currículo –en lo principal- sostiene la relación bidireccional profesor-estudiante, pero no es la única, también hay interrelaciones de lo interno proyectado al entorno circundante, dando la atención que se merece el proceso de vinculación con la sociedad. Es preciso recordar que no solo de la teoría se sustenta el currículo, sino que necesita de la práctica, y esta, en múltiples ocasiones –por no ser absoluto- tiene la obligación de romper la barrera interna y adentrarse en los procesos productivos, docentes y de servicios para los cuales se forma el futuro profesional. Este mismo autor, refiriéndose a lo planteado por Vicerrectoría Académica UCA (2010), plantea que las necesidades de aprendizaje de los estudiantes dirigen el accionar de la investigación formativa, inducidas por el docente o agentes externos indirectos o autoinducidas. También apunta que las competencias profesionales inducen al desarrollo de competencias investigativas; y que estas a su vez, potencien las anteriores. Y que todo ello indica que puedan, también contribuir a la formación de profesionales y docentes investigadores en las determinadas áreas del conocimiento, en una estrecha interrelación con lo planteado por Restrepo Gómez (2003). Siguiendo a Restrepo Gómez (2003), Ricardo Velázquez (2017), se refiere a que el objetivo de este tipo de investigación siempre es formar, en tres direcciones principales: la primera, que se circunscribe a la formación en sí, integral, que involucra a lo curricular, la práctica profesional de otros y la propia, y de las aportaciones teóricas de una determinada ciencia; la segunda, referida a la organización de la investigación a través de proyectos, donde participan los estudiantes; y el tercer lugar, la formación para la investigación y desde ella. Los docentes, encargados de la formación profesional e integral de los estudiantes, pueden enfrentarse a contradicciones que se resuelven a través de la investigación formativa. Es por ello, que los encargados de formar a los estudiantes universitarios actuales, aquellos que su formación investigativa no fue suficiente en su momento, tienen ante sí un doble reto: aprender a investigar –mínimo, en su área de actuación- y enseñar a investigar mientras se aprende, a los estudiantes necesitados y ávidos de hacerlo (Ricardo Velázquez, 2017). Este mismo autor, refiriéndose a la naturaleza del origen de la investigación formativa, hace referencia a tres, la primera es aquella que se origina por autoinducción, cuando la motivación parte del propio estudiante, como resultado de necesidades de aprendizaje que van surgiendo a medida que avanza en el estudio de determinados temas de la profesión, en el desarrollo de su currículo; la segunda, que es inducida o intencionada por el docente que comparte su currículo,
Mikarimin. Revista Científica Multidisciplinaria ISSN 2528-7842 COMPETENCIAS INVESTIGATIVAS FORMATIVAS DESDE LA CARRERA DE DERECHO EN UNIANDES © Centro de Investigación y Desarrollo. Universidad Regional Autónoma de Los Andes - Extensión Santo Domingo. Ecuador. 35 cuando al determinar los principales núcleos problémicos de la profesión que forma, induce a la búsqueda, como algo nuevo, como contextualización o como complementación de lo que comparte en clases; y finalmente, la tercera, aquella que es inducida por el entorno, como resultado de una doble interacción del currículo universitario con la sociedad y viceversa. Como continuidad de todo lo anterior, se comparte los criterios de Osorio Álvares (2008), donde reconoce la comunicación como una de las competencias que se potencian desde la investigación formativa y que puede incluirse como competencia investigativa desde la formación del profesional. Desde las perspectivas analizadas hasta aquí, la investigación formativa es definida por Ricardo Velázquez (2017), como aquel tipo de investigación que puede ser autoinducida o inducida por el responsable de la formación y el entorno circundante, que tiene por objetivo la potenciación de competencias investigativas, desde el propio desarrollo curricular académico de las profesiones, utilizando el método científico para la búsqueda de lo que es nuevo para el que se forma, apoyado en el desarrollo de la teoría y la práctica del área de la ciencia que le compete. Junto a la investigación formativa, coexisten otras categorías que son concomitantes en las ciencias, y que tienen rasgos que las unen, aun cuando tienen especificidades propias, la primera es referida a los semilleros de investigación (Osorio Álvares (2008); Miyahira Arakaki (2009); Institución Universitaria Antonio José Camacho (2016); Universidad del Norte Colombia (2016); entre otros). Esta categoría tiene sus interacciones con la investigación formativa al ser considerados espacios académicos estudiantiles, que cuentan con una metodología que responde a la formación del profesional, y se contextualiza en la imbricación docente-estudiante; no solo incluye en su accionar al docente y al estudiante, sino que el entorno hace aportes significativos con sus actores educativos; los resultados de los semilleros permiten la transformación del currículo; al conocimiento se accede, se busca y encuentra con la interacción de todos, existiendo una vinculación entre los procesos que se estudian y los actores, que favorecen la ética profesional e investigativa; el proceso investigativo que se desarrolla, permite la interacción bidireccional entre el que es formado desde la investigación, y el que forma profesionales competentes en investigación, a partir de modificar su propia práctica investigativa. Otra de estas categorías relacionadas es la investigación generativa, que, si bien se adhiere con mayor relevancia a la investigación científica que genera nuevos conocimientos, también tiene interacciones con la investigación formativa, toda vez que esta la potencia desde el currículo. Para Mikel (2014) en las aplicaciones de la investigación generativa al diseño de soluciones, la búsqueda de estas se realiza con la participación de los involucrados que están interesados en ella, para garantizar que responda a sus necesidades y exigencias, lo cual es una de las expectativas, también de la investigación formativa. Aun con sus diferencias, la investigación generativa es un presupuesto que colinda con la investigación formativa, pero se va más lejos en la intención del conocimiento, de su búsqueda, que sobrepasa el límite del seguimiento al currículo, y se acerca –cada vez más- a la investigación científica-tecnológica o de producción de nuevos conocimientos para la ciencia en cuestión. (Ricardo Velázquez, 2017) La investigación formativa tiene sus principios, para su conceptualización y aplicación en la práctica, los cuales han sido presentados por Bobadilla (2013) y Vilá Baños, Rubio Hurtado, &
Manuel Ricardo Velázquez, Marco Rodrigo Mena Peralta 36 Revista Mikarimin. Publicación cuatrimestral. Vol. VI, Año 2020, No. 1 (Enero-Abril) Berlanga Silvente (2014), los cuales han sido sistematizados y presentados desde una nueva perspectiva por Ricardo Velázquez (2017), reconociendo cinco de ellos, los cuales son: la contextualización de núcleos problémicos curriculares; la interdisciplinariedad en el tratamiento a los núcleos problémicos; la socialización de/para la búsqueda; la vinculación de la teoría con la práctica; y la problematización en la aplicación creativa de los métodos de enseñanza-aprendizaje. La materialización de los objetivos, a través de los contenidos de las profesiones, desde la perspectiva de la investigación formativa, tienen una estrecha relación de la observancia de estos principios como un sistema, y deben llevarse a cabo a través formas contextualizadas de la organización del proceso de enseñanza-aprendizaje, tomando como referencia de estas a algunos autores que versan sobre ellas. Es así que Ginoris Quesada (2001) la define como aquella acción que materializa la combinación de los restantes componentes personales y no personales de este proceso, como eslabón esencial para llegar a una enseñanza desarrolladora. Ricardo Velázquez (2017) realiza un abordaje de algunas de estas formas de organización del proceso de enseñanza-aprendizaje que contribuirá al desarrollo de las competencias profesionales, mediante el auxilio de las competencias investigativas que se potencian desde la investigación formativa. Dentro de la propuesta del autor están algunas tales como: la conferencia, los talleres investigativos, los foros, las consultas, las mesas redondas, los paneles, las visitas de campo y los seminarios investigativos, los que no son únicos y se combinan con la importante interrelación con las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones a través de foros, chats, tareas, cuestionarios y otros. En la búsqueda del acercamiento al concepto de competencia, a partir de sus definiciones, vistas por diferentes autores, desde la perspectiva de algunas ciencias particulares, se parte de reconocer que son frutos de la experiencia, adquiridas siempre que estén presentes aptitudes y determinados rasgos de la personalidad (Lévy-Leboyer, 2000). También Tacca Huamán (2011), citando a Gonzales y Wagenaar (2003), ve a las competencias desde un enfoque que integra a las capacidades desde los atributos que se tienen para un desempeño competente, como resultado de un producto final del proceso educativo, e incluye en tales atributos a los conocimientos, las aplicaciones de estos, las aptitudes, las destrezas y las responsabilidades. Por su parte, Tobón (2004), reconoce varias interpretaciones del concepto competencia, por los usos sociales que se les da, y estos se refieren a verla como autoridad, capacitación, función laboral, idoneidad, rivalidad empresarial, competición entre personas y requisito para el desempeño de un puesto de trabajo. Esto es apoyado por Pavié Nova (2012) al entender las competencias como capital humano, autoridad, capacitación, competición, cualificación, incumbencia y suficiencia. En la obra de Tejada Fernández & Navío Gámez (2005), se va más a realizar una cierta comparación entre un nivel, la capacidad, y cómo estas se pueden transformar en competencias; y por consiguiente, la posibilidad que tienen estas últimas para la aparición de nuevas capacidades, en un bucle continuo, según sus propias palabras. Sin embargo, Díaz Barriga (2005), ve al término de competencias desde el punto de vista utilitario, a través del análisis de determinadas tareas, determinando etapas fundamentales para la formación, para un posterior desempeño eficiente en su labor.