
María Basurto Solórzano, Lázaro Clodoaldo Enríquez Caro, Idelisa Esther Castro Bermúdez
Revista Mikarimin. Publicación cuatrimestral. Vol. 6, Año 2020, Edición Especial
KEYWORDS: Family; violence; disruptive behavior.
INTRODUCCIÓN
Las especificidades de la realidad socioeconómica de los países tienen una expresión en un
complejo sistema de relaciones sociales. Las actuales condiciones socioeconómicas de la
provincia de Manabí, Ecuador, influyen en los estilos de comunicación intrafamiliar y las
relaciones entre sus miembros. El sistema educativo debe reconocer estas particularidades en
función de adecuar las influencias formativas. En este sentido el problema de la violencia familiar
y sus repercusiones educativas no ha dejado de ser un tema de actualidad e importancia.
La Unidad Educativa Fiscal Portoviejo –UEFP-, fundada en 1948, se ubica en la capital de la
Provincia de Manabí, en la región costa del Ecuador. Los estudiantes cursan en dos modalidades
(matutina y vespertina) alcanzan los 2600, de los cuales el 65% son mujeres. La institución
atiende solo el nivel secundario: desde 8vo. de básica a 3ro. de Bachillerato General Unificado
(B.G.U.). En el periodo lectivo 2017- 2018, el 60% de los egresados lograron el ingreso a la
universidad, mientras un número de 100 desertaron por causas vinculadas con la situación
económica de la familia y por embarazo precoz.
El 87. 3 % de los estudiantes provienen de familias de clase media y baja, cuyos padres tienen
negocios propios (casi todos vinculados al área de alimentos) o son servidores públicos. Aunque
algunos estudiantes habitan en las parroquias cercanas, el 85% vive en la ciudad de Portoviejo.
Las entrevistas realizadas a los directivos, observaciones, conversatorios con docentes
experimentados y padres revelaron que en los últimos tiempos el número de estudiantes con
desajustes conductuales ha crecido exponencialmente. Se han reportado varios casos de
estudiantes que manifiestan hostilidad hacia sus compañeros, insultan por cualquier motivo,
tienden a amenazar a otros, se ausentan de clase sin permiso previo, les cuesta trabajo esperar el
turno en las filas, algunos presuntamente pueden estar consumiendo drogas.
La presente investigación, es un esfuerzo por revelar las causas de este fenómeno, las cuales se
asocian tentativamente a relaciones familiares disfuncionales en forma de violencia. Los
sustentos de esta presunción se basan en datos oficiales de la Fiscalía Provincial de Manabí, en la
cual se afirma que en 2018 se receptaron 333 denuncias por violación, siendo este delito el
tercero en el “ranking” de agresiones contra las mujeres en todo el Ecuador, la mayoría de las
víctimas son mujeres menores de 18 años. En nuestro país, 6 de cada 10 mujeres han sido
víctimas de algún tipo de violencia. (INEC, 2012)
Las cifras van en aumento: en el 2016 la Fiscalía receptó 5.744 denuncias por violencia
psicológica, física, abuso o acoso sexual y violación. En el 2017 aumentaron a 6.550, hasta marzo
de 2019, en Manabí se han registrado 4.867 denuncias por los mismos delitos: Portoviejo con
1.260 casos, Manta con 1.094 y Chone con 423, son los cantones con más denuncias en Manabí.
(Periodico El Diario, 2018)
El Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC) en el 2012 reveló que el 90% de las
mujeres ha sufrido violencia y no se ha separado de sus parejas, lo que podría ser un indicativo de
la existencia de este fenómeno a nivel intrafamiliar que es vivido por los niños, niñas,
adolescentes y jóvenes de todos los niveles sociales. (INEC, 2012)
A pesar de los esfuerzos estatales y de organizaciones no gubernamentales, el tema de la
violencia familiar es un asunto aun no resuelto. Las investigaciones revelan que el efecto de este