
Elizabeth Sánchez Trávez, Silvio Machuca Vivar, Carlos Sampedro, Myrian Urbano, Fabricio Garzón
Revista Mikarimin. Publicación cuatrimestral. Vol. 6, Año 2020, Edición Especial
ABSTRACT
Ethnotourism has a very close relationship with ancestral medicine, for tourists visiting the city
of Santo Domingo is one of the preferred activities. The objective of the study is to disseminate
the phytochemical properties of the plants that the Tsáchilas used in ancestral medicine to
promote ethnotourism. Existing literature on plants at the level of the regions of Ecuador was
reviewed to know the medicinal use. Field research was carried out on the importance and
benefits in tsachari medicine as well as its phytochemical properties in the laboratory of
Biochemistry of UNIANDES. The document presented serves to reframe the knowledge of the
medicinal ancestral of the natives of the Chigüilpe commune, in order to strengthen ethnotourism
in this area.
KEYWORDS: Ancestral Medicine; Ethnotourism; Tsáchila Ethnicity; Plant biochemistry.
INTRODUCCIÓN
El Ecuador es un país intercultural y pluricultural, sus creencias se basan en la medicina ancestral
en la población indígena de la Sierra, Costa y Oriente Ecuatoriano. En la Región Costa
encontramos la nacionalidad Tsáchila, conocido por el término castellano de “Colorados” por su
costumbre de pintarse el cuerpo con el wito (tinte natural) y el cabello de color rojo con el MU
(achiote), son de origen euro asiático de los Mongoles. Han venido dispersándose y ubicándose
en diferentes partes, pero permanecieron más tiempo en el norte de Colombia con el nombre de
chibchas, después pasaron a ubicarse en las alturas a lo largo de la Cordillera de los Andes, como:
Los Caranquis, Mindalas, Lachas, Quitus, Caras y Yumbos.
Al transcurrir el tiempo durante la Conquista Española y la Colonia, estos indígenas se ubicaron a
lo largo de la planicie al pie de la Cordillera Andina. Se Convirtieron en los hombres de la selva,
pasaron muchos años emigrando de uno a otro lugar dentro de la región, llegando a tener contacto
con los colonos, comerciantes e invasores. El comercio era a modo de trueque con la Costa y la
Sierra, al tener contacto con aquellas personas se contagiaron de la fiebre amarilla y viruela. La
epidemia diezmó más de la tercera parte de los habitantes de la etnia. Así la población es de
2.600 personas, cuando anteriormente existían entre 18.000 y 20.000 personas.
Estuvieron cerca de ser exterminados en su totalidad, pero los Ponela (Poné en plural) intentaron
la cura con diferentes aplicaciones de plantas medicinales, pero no lo lograron. La epidemia era
muy fuerte, aun así, buscaron fórmulas adicionales. Uno de los Poné preparó un ritual con la
Ayahuasca (alucinógeno natural), luego de ingerir la bebida sagrada el Poné entra en trance y
logra visualizar a través de los sueños que la fruta del achiote iba a dar la cura. Al siguiente día
reunió algunos a los Ponela de la comuna y escogieron un lugar especial y adecuado para realizar
el ritual del Mu Queká (salpique de achiote). Reunieron a los mayores afectados en un solo lugar,
recolectaron una cantidad alta de la fruta, desgranaron y la semilla recogieron en hojas, untaron
en las palmas de las manos y frotaron cubriendo todo el cuerpo afectado por la enfermedad,
después de unos días la fiebre fue disminuyendo.
Desde entonces los indígenas que sobrevivieron a la epidemia viven en la región montañosa baja
y clima subtropical del Cantón Santo Domingo, ubicado al sureste de la provincia de Pichincha,
con el nombre de Tsa´chila (Gente Verdadera). Su principal protector en la etnia es el Poné
denominado como curador naturista que hace uso de la tierra, el agua, la naturaleza, el sol,
plantas, para realizar curaciones al ser humano, físicas y espirituales. Los indígenas Tsa´chilas en
especial el Poné realizan sesiones espirituales utilizando componentes como el hierro, la bola de